viernes, 15 de abril de 2011


Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. [...] ¡Oh, que mirada de ensueño apareció en los ojos de mi adorada!

Compré el libro convencida de que debría leerlo (aun lo estoy) sólo por como comenzaba valía la pena, y no digamos el tema que trata. Nunca ví la pelíula así que no se como termina la historia (aunque me lo imagino). Pero a pesar de ese sentido del humor con el que narra el autor y esas frases que parecen pura poesía se me ha hecho imposible terminarlo, me he quedado por la midad..¡estancada! No estamos acostumbrados a que el desarrollo de un libro sea tan lento. Ahora, hoy en día, queremos todo y lo queremos YA. Y claro así no hay quien tenga la santa pacienca de leerlo.

'la mirada del lujurioso siempre es triste: la lujiria nunca esta segura [...] de que algun demonio rival o un dios influyente no estorbe el triunfo preparado. '

A noche mientras esperaba a tener sueño me acordé da la portada pícara del libro..pero no, no leí nada solo hice la fotito... De Nabokov lo único que he conseguido leer (y del trinón) fue el precioso e increible libro Mashenka, me encanta, me encanta y me encanta. El tema que trata me gustó desde un principio pero más aun me encatnó el subtema (por así decirlo) de los exiliados rusos. Toda la nostaliga del libro, los amores perdidos (e idealizados), los recuerdos, el sufrimiento de la lucha continua de realizarse o más bien de no saber cómo lograrlo es narrado de una forma sencilla y entrelazada.

¡Oh Lolita! se supone que tu eres el apogeo literario de Nabokov, su mejor obra,  pero mira por donde No. Yo elijo quedarme con Mashenka a pesar de ser la primera obra del autor es mil veces mejor que tu Lo. Li. Ta.  Y dice Mashenka ''era un dios en el acto de re-crear un mundo muerto'' y es que los recuerdos son algo muy podreoso. '' ..y comenzó a arrojar al azar los diversos objetos en las dos maletas abiertas..todas aquellas cosas insignificantes pero en cierto modo inapreciables que tan conocidas nos son a la vista y al tacto y cuya única virtud radica en que permiten que la persona condenada a huir sin cesar se encuentre como en su casa, aunque la sensacion sea muy leve, ..''

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